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Reforma gubernamental y modernización

Escrito por: Carlos R. Salcedo C.

El gobierno dominicano se ha embarcado hace más de una década en las reformas de sus organismos y en su modernización. Hemos avanzado, pero falta mucho por hacer.

Tenemos un gobierno muy caro y la meta debe ser que cueste menos al erario público. Para lograrlo se precisa de la productividad gubernamental y enfocarse en los objetivos más importantes del gobierno, marcados ya en la estrategia nacional de desarrollo.

Pero la reducción de los costos del gobierno no será posible sin fortalecer un marco de competencia y honestidad de los empleados públicos. En la medida en que las tareas del gobierno resultan más complejas, se necesitan empleados con mejor educación, formación y experiencia para poder gobernar de forma eficaz.

Un gobierno de calidad es posible solo existe cuando es productivo, tiene una fuerza laboral cualificada, identifica las necesidades de los ciudadanos y está dispuesto a escuchar.

El mayor inconveniente para mantener un gobierno de calidad en nuestro país es la falta de determinación por parte de quienes dirigen para medir el rendimiento organizativo de manera objetiva, publicar sus datos, el establecimiento y ejecución de un sistema de consecuencias, que permita la evaluación de la cada vez más alta empleomanía pública, así como sus niveles de responsabilidad, para determinar su mantenimiento en la administración y su sanción.

En nuestro país tenemos instituciones públicas que en el mundo de las tecnologías y de la innovación están a mil años luz, por lo que se hace necesario superar ese estado cavernario y poner en marcha los procesos que permitan emplear esas herramientas de manera eficaz.

Las nuevas tecnologías constituyen un medio importante para establecer mecanismos regulatorios adecuados y para la creación de un tipo de transparencia que permita una lucha eficiente contra la corrupción y la impunidad.

Estas no son recetas, sí elementos esenciales de la reforma y modernización del gobierno para lograr sus metas de desarrollo. El actual gobierno está dando manifestaciones de compromiso en ese aspecto. No desmayar es la clave, para que no cunda la desesperanza.

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