Partidos políticos, atrasos y retos
Escrito por: Carlos R. Salcedo C.
El grado de gobierno y no su forma es lo que diferencia unos países de otros. De hecho no hay tantas diferencias entre democracia y dictadura como las que existen entre los países cuya política incluyen el consenso general, comunidad, legitimidad, organización, eficacia, estabilidad y aquellos otros que carecen de muchas de estos atributos.
Nuestras principales carencias son la ausencia de madurez de la comunidad política y de gobierno eficaz, lo que nos impide superar nuestro bajo nivel de desarrollo.
En el mundo se avanza en la búsqueda de la modernización, de participación y de conciencia política, lo que pone en entredicho las bases de la autoridad y las instituciones políticas tradicionales. A pesar de los cambios sociales y económicos que experimentamos, éstas no encuentran el punto de convergencia entre la legitimidad y la eficacia.
Mientras se avanza en la comunicación, los partidos están encerrados en sus diferencias -como vemos en el PRD- y anquilosamiento. Cuando las barreras fronterizas parecen abrirse al mundo, los partidos políticos están luchando enjaulados, sin tiempo y sin empate, por espacios de poder.
Junto a los movimientos de cambios sociales, económicos, culturales y un verdadero incremento de la participación política, los niveles y ritmos de organización e institucionalización políticas, son vergonzosamente bajos. La consecuencia obligada es la desorganización, el desorden, la falta de una orientación y de metas. No hay duda, el problema fundamental de la política mal entendida es el atraso en el desarrollo de las instituciones políticas llamadas a respaldar los cambios económicos y sociales.
Abrirse a la visión participativa y deliberativa que exige una ciudadanía incluyente en los procesos democráticos es el reto de las organizaciones políticas y de sus líderes, único camino para construir el país de derechos y deberes que merecemos y necesitamos todos.