El discurso de Danilo
El próximo 16 de agosto termina el período de las autoridades electas en el nivel presidencial, vicepresidencial, congresual y municipal y se abre un nuevo periodo de gobierno. Una vez juramentadas entran en funciones.
El Presidente y la Vicepresidente deben prestar su juramento ante la Asamblea Nacional.
Es tradición que el presidente de la República se dirija al país. Es el escenario para dar a conocer al país el programa de gobierno que será ejecutado por su administración, ministros, directores y las instituciones dependientes del Poder Ejecutivo.
Es importante que las estrategias y prioridades del gobierno en este próximo período presidencial sean claramente identificadas. La estructura argumentativa del discurso debe ser clara, sustentable y suficiente. Un discurso de tiempo razonable, que no se quede solo en las metas y promesas del gobierno, sino que se enfoque en las soluciones que generen confianza en el desarrollo y la fortaleza institucional del país.
Como se trata del mismo presidente del período anterior, Danilo Medina tratará de corregir lo que está mal, seguirá haciendo lo que nunca se ha hecho y le dará continuidad, expansión y consolidación a lo que está bien.
Pero debemos observar que eso solo se logra con la ratificación, de ser necesario, de algunos funcionarios, por su calidad y por la necesidad de caminar con pies firmes en la continuidad de planes y proyectos gubernamentales; con los cambios de posición; promociones y no repetición de funcionarios que no han respondido al mandato legal y constitucional. Pero más aún las designaciones nos dirán cuales son las estrategias y políticas públicas determinadas en el plan de gobierno de los próximos 4 años.
La determinación de cargos públicos debe responder a las necesidades e intereses legítimos del gobierno y de quienes conformamos el pueblo dominicano, para lo cual deberá tomar en cuenta los criterios de legalidad, jerarquía, igualdad, razonabilidad, y necesidad.
En democracia este tipo de discursos son de suma importancia. Recogen las necesidades y problemáticas existentes de la población, nuestras ideas y virtudes como sociedad y la manera en que enfrentaremos nuestros retos como país. Lo destacable es que estos discursos marcan escenarios históricos y predeterminan en cierta manera lo que seremos como nación en los próximos años. Un discurso de esperanzas, pero de grandes retos.