Noticias

Danilo y la oposición

Escrito por: Carlos R. Salcedo C

Con la envidiable tasa de aceptación del presidente Danilo Medina será una tarea difícil la de vencerlo en el próximo certamen electoral. Aunque casi sonámbula actualmente, la oposición deberá cumplir su rol, pues sin oposición no hay verdadera democracia.

Si todo sigue como va Danilo no tendrá mayores inconvenientes en salir airoso de las elecciones de 2016. Pero la oposición tiene que plantear propuestas, proyectos y programas que contribuyan con el desarrollo del país, más allá de los que ha venido realizando con éxitos el presidente Medina y que le ha dado el alto posicionamiento que tiene.

Ahora bien, el trabajo de la oposición puede ser de puro endoso, cuando no articule un discurso crítico –aunque propositivo- de la gestión. Pero si lo hace, Danilo puede mejorar las cosas que no están bien, con lo que igualmente podría beneficiarse.

La oposición es necesaria dentro del proceso de deliberación propia de los sistemas pluralistas. La conducta opositora posee matices en común en Latinoamérica. Parte del juego político se circunscribe a obstruir o mejor dicho a “No dejar gobernar” (Dahl).

La rentabilidad política es alta actuando de esta manera, porque parte de supuestos populistas, como forma de acaparar fuerza electoral y voluntades que respalden sus futuras aspiraciones. Esto es delicado. Los populistas ofrecen a problemas tangibles y concretos, soluciones embusteras. “No se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo” (Lincoln).

República Dominicana tiene variadas disconformidades sociales. A mayor número de estas será más difícil aglutinarlas en una oposición desarticulada e inestable, como la existente. Bajo este esquema se pierde el contacto real con la gente, y aun teniendo la capacidad de asumir ciertas problemáticas sociales la oposición no está materialmente habilitada para hacerlo.

Adoptar las demandas e inconformidades sociales, como forma de convertirlas en proposiciones políticas viables, es la tarea fundamental e inaplazable de la oposición. El presidente Medina no puede hacer oídos sordos ante esto, debe ponerlos en todos los sectores. Esto hará más difícil el trabajo de la oposición, pero permite a la población tener mayores expectativas de cambios sustanciales, con la consecuente elevación de la intención de votantes a su favor o de quien los prometa.