“Danilo y la hipocresía política”
Escrito por: Carlos R. Salcedo C.
En su anunciado proyecto de país, Danilo Medina se enfrenta a un gran reto: convencer a los escépticos por la tradicional hipocresía patrocinada por los partidos políticos.
Mas que instrumentos de cohesión social o intermediarios entre la población y el Estado, para canalizar los intereses de la colectividad, los partidos políticos –el PLD incluido- se comportan, muchas veces, y más en el poder, como corporaciones reproductoras de clientelismo, desarticulación, trampa, transfuguismo, compraventa de conciencias, autoritarismo, secretismo y ausencia ideológica y de principios.
Danilo, sin un orden político respetuoso de su sagrada misión, no tendremos la sociedad justa y equitativa que usted quiere. Sin una fuerza social en capacidad de abrirse a la transparencia en el manejo de los recursos públicos, sin determinación y acciones para vencer la corrupción gubernamental, en sus diversas manifestaciones, no será posible construir con éxito su soñado país.
Su compromiso es con la verdad, para generar un pensamiento y acciones políticas sólidas, inteligentes, conscientes, íntegras y un gobierno integrado por personas capaces de gestionar lo público con honestidad y con determinación para decidir hoy el futuro que queremos para los próximos 20 años.
Parafraseando al inolvidable Facundo Cabral, me permito pedirle, Danilo, que con sus actuaciones al frente del Poder Ejecutivo lidere una escuela política nueva, que nos ayude a desaprender de los políticos que en el ejercicio del poder emplean las peores prácticas, la mentira, la deslealtad y son permisivos con la corrupción.
Precisamos de una escuelita que nos enseñe el ABC de la decencia, la seriedad y la eficiencia en el manejo de los recursos públicos. Necesitamos llenar las aulas de alumnos, con los mejores y más idóneos profesores, que nos den lecciones de pensamiento político para la acción correcta, que nos animen, entusiasmen e ilustren para que podamos fraguar y decidir ahora lo que queremos ser mañana como nación.