Visitas sorpresa del Presidente
Las políticas redistributivas del Estado buscan recaudar fondos de un grupo específico para entregar a otro que se encuentra en situaciones de vulnerabilidad.
Dirigidas a sectores prioritarios, según los planes programáticos del gobierno y las metas a largo plazo del propio Estado.
El más reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre las visitas sorpresa del presidente Medina refleja resultados positivos: incremento salarial de las familias beneficiadas por los financiamientos de hasta un 37%, creación de empleos y nuevas oportunidades, catalogados como proyectos de alto impacto.
Como todo lo humano el programa no es perfecto y el Presidente lo tiene claro, pues fue él mismo el que solicitó los estudios al PNUD.
Para que haya redistribución debe existir crecimiento y desarrollo. Ello implica que debe haber una coordinación necesaria, entre las agendas de gobierno y de Estado.
Los ministerios deben cumplir su rol institucional, pero un buen gerente no se queda sentado tomando las grandes decisiones, sino que sabe que el éxito en términos de gestión está en los detalles. Mas un presidente que tiene la mayor empresa de todas, el Estado.
Aun cuando se cuestione el impacto institucional y general, estas visitas sirven para pasar revista al desempeño de muchos ministerios y direcciones, crear oportunidades, dar empleo e incrementar la productividad en ciertos sectores y permitir que el presidente se mantenga conectado con la realidad del pueblo, ya que la crisis de la gestión pública se origina por la burbuja en la que viven muchos funcionarios.
Las raíces de la social democracia son este tipo de políticas. Por tal razón en nuestra democracia no pueden abandonarse todas aquellas decisiones de índole política que vayan en el sentido de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
Se habla de la eliminación de la pobreza, igualdad de oportunidades, pero no es posible lograr esas metas sin políticas de Estado redistributivas.
La eficiencia de la economía se enmarca en la coordinación entre las políticas económicas y sociales que nuestro Estado tiene como compromiso, dentro de la estrategia nacional de desarrollo y las que ejerce el gobierno de manera temporal, pero buscando un impacto no solo a corto plazo, sino también en el mediano y largo plazo.