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Torres “El Atraso”

Escrito por: Carlos R. Salcedo C.

Ahora que el enorme déficit fiscal del gobierno nos obliga a ajustarnos más los pantalones y a tener más cargas impositivas, cabe preguntarse si lo que generó la tronera entre ingresos y gastos fueron intervenciones de calidad y oportunas para el desarrollo nacional.

Si, como indicador de desarrollo, una de las metas del gobierno era garantizar derechos fundamentales, como los de una vivienda digna, veamos un indicador objetivo verificable ¿cuántos apartamentos modestos se hubieran construido con lo que costaron las Torres El Progreso, construidas por el gobierno? ¿Quiénes han sido beneficiarios de la generosidad estatal?

Los 180 apartamentos de estas tres torres son de lujo y eso no le corresponde al Estado garantizar, que debe ser una vivienda digna con servicios básicos esenciales (art. 59 de la Constitución), un espacio donde individuos y familias puedan vivir en paz, seguridad y dignidad. Con los recursos empleados en dichos suntuosos apartamentos, miles de familias, con derecho real a una vivienda, hubieran accedido a un techo digno.

Leonel Fernández y Alma Fernández, responsables de dicho proyecto, deben dar a conocer la base constitucional que tuvieron para desviar tantos recursos públicos a personas con viviendas propias, que no necesitan asistencia del Estado.

La Constitución de Leonel supera en la letra la concepción asistencialista de la Constitución anterior, pero prácticas como la indicada la malogran debido a que un sistema de premio estatal constituye una intervención deformada e impertinente de política social, distante al lenguaje y lógica de los derechos.

Por la falta de transparencia, responsabilidad, rendición de cuentas y gran discrecionalidad, lo que dificulta el control ciudadano e institucional, fue que la Constitución superó el tradicional favoritismo estatal. Por ser muchos de los agraciados parte del sistema de justicia y de otras instancias estatales llamadas a garantizar esos derechos a quienes no lo tienen, lo aconsejable es que levanten su bandera de integridad, devolviendo los apartamentos y dejando de ser propietarios en las Torres “El Atraso”.