Seguridad ciudadana, jueces y medios de comunicación
“Desarrollo e institucionalidad”
Si el derecho tiene por finalidad la justicia entonces el sistema judicial debe fundamentar todas sus actuaciones en el ordenamiento jurídico, teniendo como base suprema la Constitución.
En su labor los jueces no pueden sustituir a los legisladores, al Poder Ejecutivo y al Ministerio Público en la elaboración de las leyes y en el diseño y ejecución de la política criminal y de seguridad ciudadana.
Los cuestionamientos a las decisiones judiciales son frecuentes. Es legítimo en democracia. Es ilusorio pensar que todas las sentencias sean acogidas con beneplácito por la ciudadanía, pero esto no quiere decir que los jueces no tengan responsabilidades con la política criminal.
Con frecuencia escuchamos que los jueces intervienen pasado el delito y, entonces, no tienen incidencia en dicha política. Pero, los jueces son parte de la sociedad y, aunque su participación es relevante cuando conocen los casos, conocen de algunos antes de su apoderamiento.
Igualmente, no solo el legislador, el Ministerio Público y el gobierno implementan política criminal. Los jueces, al interpretar la norma, también lo hacen. Sus sentencias son actos de gobierno y responden a criterios político-normativos que merecen atención ciudadana para su control.
Las medidas de coerción, los autos de apertura a juicio y las condenas nos llevan al valor comunicativo del delito y la pena, pues cumplen mandatos de prevención general del delito. La pena restaura y reafirma la vigencia de la norma, confirma la fe ciudadana en ella y disuade a la sociedad. Asimismo, en caso de silencio en la ley, los jueces crean normas, siempre que se trate de normas procesales penales, no sustantivas.
Los jueces pueden responder en el marco de sus deberes a los reclamos de justicia, sin dejarse marcar el paso por la presión social ni de los medios de comunicación ni para para dejar de aplicar lo que prevén la Constitución y las normas procesales y sustantivas.
Los jueces tienen que resistir todo tipo de presiones tanto para castigar, procesal o sustantivamente, como para descargar. Pero tampoco pueden ignorar que la justicia se administra en nombre de la sociedad y que esta espera justicia conforme al derecho.
