Presidente: ¡ahora o nunca!

Escrito por: Carlos R. Salcedo C.

República Dominicana es un país de improvisaciones en el ámbito gubernamental. Hemos observado cómo los gobernantes actúan, respondiendo a las necesidades coyunturales y atractivas para cosechar percepciones positivas a costa del erario.

Hemos transitado entre las promesas de construir un mejor futuro y la práctica del inmediatismo estatal. La sociedad dominicana, que debe saber antes los proyectos gubernamentales y conocer de sus ejecutorias, se entera cuando todo ha pasado y de lo que han costado y seguirán costando para el pueblo las inversiones y gastos realizados, como ha ocurrido recientemente con el descomunal déficit fiscal provocado por el gobierno del ex Presidente Leonel Fernández.

Elegir el mejor futuro es la función del político. Pero este no se construye en el vacío, parte de las experiencias pasadas, de los buenos ejemplos, para replicarlos y de los malos para no repetirlos. En el caso del manejo de la administración pública, de esto último se desprenden una serie de mecanismos que deben activarse una vez se constata una actuación desmedida, ilícita o irresponsable por parte de quienes la detentan.

Se precisa de rendición de cuentas, de fiscalización y control y de encontrarse elementos e indicios de actuaciones reñidas con la ley deberán iniciarse las investigaciones procedentes y de determinarse que hay méritos para acusar el o los responsables deberán acudir a los tribunales a responder por sus conductas.

Presidente Medina, creo en su buena intención y en los ejemplos que viene dando, de trabajo y de compromiso con su prédica política, pero no habrá futuro de desarrollo para el país pretendiendo borrar el pasado, pues no habrá escarmiento ni ejemplo posible. Por ahí debe comenzar. Ojalá que pueda ir de nuevo a Brasil y preguntarle a la Russef cómo se hace eso, para emprenderlo aquí, por el bien del país, de su gobierno y de su legado histórico. ¡Ahora o nunca!