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Impacto de la cultura en el desarrollo

Escrito por: Carlos R. Salcedo C.

Al cuestionarse sobre el impacto de la cultura en el desarrollo, Amartya Sen sostiene que cuando se habla de los desafíos del desarrollo no se puede desatender el tema de la cultura y su importancia en el funcionamiento de las sociedades. En How Does Culture Matter, al tiempo de analizar sus evidentes ventajas y peligros, insiste en que la cultura del debate abierto y el mutuo aprendizaje es la mejor vía para alcanzar un progreso productivo y humano.

La cultura vista como divertimento no deja de ser recreación, ocio, descanso y fortalecimiento del espíritu, derechos fundamentales de base constitucional. Muchas veces se ve la diversión, el solaz y el esparcimiento como la forma más fácil de perder el tiempo. La falta de atención que los economistas han prestado a la cultura como integrante del funcionamiento de la sociedad y del proceso de desarrollo es más que evidente.

La incredulidad de los economistas sobre el papel de la cultura en el desarrollo tiene su efecto reflejo en el abandono que se manifiesta en los presupuestos gubernamentales destinados a la cultura. No habrá desarrollo sostenible sin pasar por la cultura. Aún cuando se vea el desarrollo cultural en un estadio superior al actual, en el que más que un eje transversal del desarrollo, como debe ser nuestro caso actualmente,  sea visto solo como diversión, será necesario implementar políticas y no únicamente la creencia general de que a la cultura hay que darle su justo lugar.

Solo así se construye la cultura de la paz, de la participación política, de la solidaridad, la identidad nacional, la puesta en valor de nuestras tradiciones, la evolución de los valores culturales y, en fin, la expansión y consolidación del bienestar, de las libertades y de los derechos fundamentales, pero sobre todo el reverdecimiento de un pensamiento comunitario, de claras metas de inclusión, de relaciones internas positivas y de fomento de sentimientos de solidaridad hacia lo externo. Lo contrario sería fomentar el odio y el irrespeto de los derechos humanos de los nacionales y de los extranjeros que habitan en nuestro país.