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“Danilo: democracia con ciudadanos demócratas”

Escrito por: Carlos R. Salcedo C.

Danilo Medina, sigo con los presupuestos para el proyecto de país que usted ha prometido.

La institucionalidad y el desarrollo democráticos se miden por el grado de eficacia y eficiencia gubernamental, la justa distribución de la riqueza, el bienestar general, la participación de la ciudadanía en los procesos constitutivos y de reforma y la protección, defensa y promoción de los derechos ciudadanos.

Las reformas normativas, políticas, económicas, sociales, culturales y medioambientales son importantes, pero solo son sostenibles cuando son el producto de la creación, implementación y cultura colectivas. Las políticas públicas solo se mantendrán en el tiempo cuando han sido el resultado del conocimiento y conciencia colectivos.

Sin instituciones fuertes, sólidas, eficientes, transparentes, incorruptibles, democráticas, autopropulsivas, que gocen de la legitimidad generada por la participación plural y respetuosa del principio democrático, no habrá desarrollo integral.

La fuerza social y la participación colectiva, consciente, inclusiva, con derechos, debería ser, Presidente electo, uno de sus mayores retos.

En democracia sólo el involucramiento de todos en la agenda pública y en la transformación normativa y cultural, puede hacer posible el cambio seguro que usted ha prometido, como antídoto contra los individualismos y liderazgos mesiánicos, que muchas veces impulsan las reformas, incluso constitucionales, para favorecer sus particulares estrategias, pero que impiden la existencia de una genuina opinión pública, en capacidad de determinar y ser beneficiaria de su propio futuro.

Danilo, no hay democracia sin ciudadanos demócratas. Creer en la democracia es vivificarla, hacer efectivos sus principios y valores, pues, de lo contrario, como afirmara Nelson Mandela en Ushuaia en 1998:

“Si no hay comida cuando se tiene hambre, si no hay medicamentos cuando se está enfermo, si hay ignorancia y no se respetan los derechos elementales de las personas, la democracia es una cascara vacía, aunque los ciudadanos voten y tengan parlamento”.