Con visa o sin visa
La lucha por los derechos humanos no puede detenerse. Es una responsabilidad de todos los países. No solo de los que han creado las estructuras de los sistemas democráticos, económicos e institucionales implementados a escala mundial.
Son responsables también los incorporados al nuevo orden democrático, al desarrollo y a la salvaguarda de los derechos humanos.
La cancelación de la visa por parte de la Embajada de los Estados Unidos (EEUU) al presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Dr. Roberto Rosario, es una decisión soberana del Departamento de Estado de EE. UU., el que puede retirar el permiso de entrada a su país de aquellas personas que entienda, siendo su facultad el dar o no a conocer las razones de tal inelegibilidad.
Debemos reconocer el importante papel desempeñado por la actual gestión de la JCE en los procesos de seguridad, estabilidad y modernización para la optimización del registro civil y el sistema electoral dominicanos.
Aún teniendo pendientes la revisión de la Ley Electoral y la aprobación de la ley de partidos políticos, entre otras leyes, el pueblo dominicano mostró en el torneo electoral pasado madurez y un ejemplar comportamiento cívico.
Paradójicamente, con serios cuestionamientos a la imparcialidad de la JCE y el autoritarismo de su presidente concurren avances significativos en la organización de las elecciones, como lo revelan informes de organizaciones internacionales y de sociedad civil que observaron el pasado certamen electoral como la OEA, Unasur, AMCE, CEEL, Centro Carter y Participación Ciudadana.
Pero fue, es y será altamente cuestionada la política de desnacionalización de extranjeros en condiciones irregulares adoptada en su momento por la JCE encabezada por Rosario, contando con el apoyo de sectores ultraconservadores que ignoran la dimensión de los derechos humanos y que el país tuvo que enfrentar una crisis humanitaria.
Las sombras derivadas de tales arbitrariedades y aberraciones son las que frente a la obligación de todos los Estados del mundo de promover, defender y proteger los derechos fundamentales pueden haber pesado para la anulación de la visa del presidente de la JCE.
Creo que en ese punto hay consenso entre la comunidad política y nuestra relación con los EE. UU. No hay que tener ni no tener visa para saberlo, aún aquellos que pueden sufrir lo mismo.