República Dominicana: ¡tremenda potencia!
Escrito por: Carlos R. Salcedo C.
Si de algo estamos orgullosos los dominicanos es de lo que somos y tenemos. Quizás sin tener conciencia de lo que esto significa, por cuanto para muchos República Dominicana lo tiene todo.
Nuestro país cuenta con identidad cultural, multifacética cultura culinaria, playas reconocidas internacionalmente, abundantes recursos naturales, valiosa reserva museográfica, historia de tradición patriótica, luchas libradas con éxito, que enaltecen el orgullo nacional y un pueblo gentil y servicial, sin comparación.
Pero también hemos tenido una historia aciaga, tortuosa y turbulenta, pues a pesar de la visión que tuvieron nuestros padres fundadores –Duarte a la cabeza- no hemos podido conciliar nuestros recursos con el trabajo eficiente para satisfacer los objetivos del desarrollo nacional.
Los turistas e inversionistas extranjeros vienen atraídos a nuestro país por el gran potencial que como nación con grandes posibilidades desarrollo podemos exhibir, ¿qué nos hace falta entonces para alcanzar el desarrollo con equidad social?
En la actualidad tenemos un país gobernado por un Presidente con una altísima popularidad, fruto de acciones de cercanía con la población, con una clara visión de lo que necesitamos en términos educativos, que invierte en el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, y que a la vez nos acerca a un pacto eléctrico para dotar al país de un servicio eléctrico confiable, a precio razonable, no subsidiado; y sin embargo, no podemos asegurar que alcanzaremos el nivel de desarrollo que merecemos.
Padecemos de determinitis.
No nos hemos puesto de acuerdo para desarrollarnos. No podemos seguir deseándolo, tenemos que quererlo.
No solo el Presidente, sino todos. No un solo partido, ni algunas estructuras estatales. Falta la suma de todas las fuerzas humanas, políticas, económicas y sociales, que estemos en capacidad de realizar en 30 años lo que queremos lograr como nación. Pero no basta la agenda común, sólo con el trabajo tesonero y sin intermitencias de todos los partidos, gobiernos y sociedad civil será posible.
Solo de esa manera podremos tener esa gran potencia (no solo con potencial, que lo tenemos) de país a la que aspiramos, pues de igual forma los ciudadanos de países que hoy se consideran desarrollados y que han tenido la convicción de superar el subdesarrollo, lo han visto realizarse a través del cumplimiento constante, permanente y consensuado de una agenda de país.
Así y solo así, ya no será un sueño y República Dominicana será tremenda potencia, como tu lo crees Anatoli Pritoula.
