Paralizaciones docentes abusivas de la ADP
La disfuncionalidad institucional es inherente al proceso de mejoramiento de las funciones que tienen bajo su responsabilidad las diversas organizaciones públicas y privadas en la sociedad.
Como toda obra humana nuestras instituciones deben ser optimizadas y más aun cuando no cumplen efectivamente sus objetivos.
Las organizaciones son ficciones creadas. Deben verse como una obra, un proceso en desarrollo constante y no como organismos inmóviles, repitiendo los mismos errores sistemáticos sin que haya una solución definitiva.
Los factores internos dentro del aparato institucional, la falta de liderazgo, la mala administración y los escasos recursos juegan un papel importante en su desarrollo.
También las variables externas deben ser tomadas en cuenta, pues lo político, cultural y económico deben ser parte de la agenda prioritaria de las instituciones estatales y del sector privado.
Las fallas estructurales de los sistemas de organización del Estado le generan al país inseguridad, inestabilidad y ponen en juego las garantías de los derechos de las personas.
Tal es el caso constante de la paralización de docencia en las escuelas, que atentan contra la educación de nuestros estudiantes. Se trata de un claro retroceso y distorsión institucional, al utilizar la política como excusa de un comportamiento perverso promovido por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
Esto refleja una deficiencia de los reguladores y responsables del sistema de educación pública nacional y se deberían observar los contextos externos y las variables políticas que siguen causando distorsiones en la educación dominicana, afectando seriamente nuestro futuro y desarrollo. Paralizar la docencia no es promover el bienestar estudiantil.
Parecería que este gremio ha olvidado su función esencial de educación, en la que para ellos ganar los estudiantes y el país deben perder.
Este tipo de conductas en las instituciones es similar a la de los colonos europeos durante la época del descubrimiento del nuevo mundo, cuando decían “obedezco pero no cumplo”, para referirse a las leyes y mandatos que provenían de las monarquías que habían financiado y planeado sus viajes.
El Estado debe recuperar el control urgentemente, de lo contrario las suspensiones abusivas de docencia y atentatorias del derecho fundamental a la educación seguirán siendo una amenaza velada y prostituida de la ADP, por más levantamientos que haga de las paralizaciones.