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¿En campaña todo se vale?

DSC_3033La democracia no es únicamente el ejercicio de los derechos ciudadanos durante las jornadas electorales.

Electos los mandatarios nacionales, congresistas y ejecutivos municipales la ciudadanía tiene el derecho y el deber de velar por el buen desempeño de las funciones de los servidores públicos, participando activamente en la agenda ejecutiva y legislativa, para producir los cambios necesarios y procurar que las políticas públicas busquen el bien común.

El voto, que nos permite elegir y ser elegidos, es parte fundamental de los sistemas democráticos modernos.

Pero la elección que hacemos por determinados candidatos es un acto que implica mucha responsabilidad ciudadana y pesa sobre los candidatos un deber de integridad en la campaña. Sería difícil vislumbrar una sociedad organizada, plural e igualitaria, sin mecanismos de elección debidamente regulados por la Constitución y las leyes.

La función legitimadora de las elecciones se cumple en la medida en que se lleven a cabo dentro las reglas de juego. En el país se cree que en el período electoral todo se vale.

Campañas basadas en ataques infundados hacia el contrario, candidatos comprando votos, manipulación de medios de comunicación y dirigentes políticos y uso de todo tipo de recursos para atraer el voto, son solo algunas de las herramientas empleadas.

No importa cómo se haga, lo que se quiere es ganar a toda costa, sin importar los medios empleados. Si bien los comicios electorales aportan vitalidad al gen democrático no reducen la democracia a una contienda sin ningún tipo de reglas de comportamiento.

No es malo hablar de las condiciones de los demás candidatos, ni de su ejercicio del poder público. Pero concentrar la campaña en insultos, difamaciones e informaciones sin ninguna base objetiva, desdice mucho del candidato.

La gente debe votar por programas, sobre todo a favor de quienes como Danilo Medina exhiben una obra de gobierno comprometida con sacar de la pobreza a muchos, elevar la producción, aumentar los niveles de empleo y la calidad de vida.

Con un discurso de continuidad de lo mejor y de programas como el del gobierno digital para acercar al ciudadano al conocimiento y con un equipo de funcionarios íntegros, eficientes y cada vez mejor podremos seguir avanzando.