Noticias

Al gobierno no le importan las mujeres

Como cada año, pasó el 25 de noviembre y el gobierno hizo lo mismo de siempre: recordó que hay que erradicar la violencia contra las mujeres. Se hicieron conciertos, marchas y anuncios publicitarios durante todo el mes de noviembre haciendo un llamado a parar la plaga de la violencia contra las mujeres.

Y como cada año, todo eso se quedó en discursos. Mientras tanto, las mujeres dominicanas siguen sufriendo la violencia machista. Una de las grandes mentiras de este gobierno ha sido su “compromiso” con las mujeres dominicanas. La situación de las mujeres en el país no ha variado ni siquiera superficialmente. Lo cierto es que la situación de las mujeres ha ido empeorando.

¿Qué ha hecho este gobierno para disminuir los feminicidios? ¿Acaso las fiscalías y la Procuraduría General de la República han sido dotados de mejores herramientas jurídicas y técnicas para una política criminal preventiva? Sabemos que no. Ni tampoco su actual titular, tiene la voluntad política para hacerlo.

El cuerpo de las mujeres, no solo es cosificado por la sociedad sino que también es secuestrado por el Estado quien decide cuándo y cómo las mujeres deciden sobre sus cuerpos. Para el Estado son incubadoras

El Ministerio de la Mujer no ha podido consolidar una política transversal en este gobierno capaz de idear una campaña de concientización sobre el cáncer de la violencia contra las mujeres, las razones para su erradicación y las acciones que deben tomar tanto las autoridades como la sociedad en su conjunto para cambiar las bases del sistema machista que oprime y violenta a las mujeres.

Lo cierto es que no ha habido ninguna campaña seria para erradicar o disminuir la violencia contra las mujeres y en lo que va cerrando el año ya vamos rozando las 100 mujeres víctimas de la violencia machista. Y además, que una vez al año recuerden el problema, no es una campaña.

De hecho, el compromiso del gobierno con las mujeres puede verse en la asignación presupuestaria al Ministerio de la Mujer: totalmente pírrico para el gran trabajo que debería desarrollar. El Ministerio de la Juventud, por increíble que sea, supera al Ministerio de la Mujer.

Ahora bien, he hablado de la violencia física que sufren las mujeres cada año y que ocasiona la muertes de cientos de ellas; pero la falta de compromiso con las mujeres de parte del gobierno se nota todavía más en que la violencia estructural contra las mujeres sigue totalmente intacta. Las condiciones de la desigualdad de género persisten y no han sido tocadas.

Las estancias infantiles son un logro del gobierno sí; pero su alcance es limitado. No todas las mujeres son madres ni todas quieren serlo. Las mujeres siguen ganando un salario por debajo que los hombres en un mismo puesto. Y no hay una sola política pública para disminuir esta brecha de desigualdad salarial.

El desempleo es uno de los grandes males de nuestra sociedad y también quienes más lo sufren son las mujeres. Las mujeres tienen mayor dificultad para conseguir un empleo y cuando lo hacen, le pagan menos.

Estamos en diciembre de 2015 y todavía en nuestro país, las mujeres no pueden decidir sobre sus cuerpos. El cuerpo de las mujeres, no solo es cosificado por la sociedad sino que también es secuestrado por el Estado quien decide cuándo y cómo las mujeres deciden sobre sus cuerpos. Para el Estado son incubadoras. Y el gobierno tampoco ha mostrado la voluntad real de que eso cambie quizás por “miedo” a los grupos autoritarios y fundamentalistas religioso.

Si quieren ver el compromiso real de este gobierno con las mujeres, solo hay que echar un vistazo a la forma en que están haciendo campaña política. En el 2012, la campaña de Danilo Medina se fundamentó básicamente en romo, anuncios bonitos y sobre todo las bailarinas tomando de una botella de champagne. Lo mismo ya está sucediendo en la promoción de la candidatura de Danilo Medina, pues las mujeres como objeto sexual es una propuesta íntegra de este gobierno.

La realidad es que al gobierno no le importan las mujeres y muestra de esto es que las condiciones de las mujeres no han variado ni lo harán con las políticas actuales puesto que todo sigue igual con uno o dos ajustes, nada más.

No nos dejemos engañar de la apabullante publicidad gubernamental y no paremos, ni un instante, la lucha contra la violencia de género en todas sus manifestaciones.