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La desnacionalización: la ideología racial dominicana.

Escrito por: Carlos R. Salcedo C.

La sentencia 168 del Tribunal Constitucional (TC) luce ser una obra dirigida contra los haitianos, por no ser este un pueblo “blanco” y por tener un mayor nivel de pobreza que nosotros.

Somos ricos y no tenemos el negro detrás de la oreja. No es justo tener en nuestro territorio una raza inferior como la negra. ¡Qué ironía! La población dominicana que tiene su origen, entre otras etnias, en la  mezcla de blancos con negros esclavos traídos de África, dando origen al mulato, elemento étnico mayoritario en la actualidad (65%); negros esclavos traídos de la parte francesa; negros libertos de los Estados Unidos; negros antillanos o cocolos traídos como braceros azucareros; braceros haitianos traídos desde 1880 hasta la fecha para el corte de la caña, es la misma que pretende declararse raza pura.

Si hay que llevarse de encuentro los derechos fundamentales para lograr la limpieza étnica no importa. ¿Qué diferencia existe entre la ideología racial nazi y la segregación racial dominicana?

El holocausto nazi, patrocinado por un régimen que consideraba a los judíos como “indeseables parásitos”, dignos solo de erradicación, fue el asesinato en masa de millones de civiles inocentes. Un análisis de los principios de la ideología nazi de la raza explica su implacable compromiso con la aniquilación física de los judíos europeos.

Podría decirse que para el TC los haitianos son lo que para Hitler y los nazis fueron los judíos: enemigos prioritarios a los que hay que eliminar, si no físicamente, como lo hizo dicho régimen, como ciudadanos, dejándolos sin identidad y sin posibilidad de disfrutar de los derechos fundamentales.

Somos soberanos para declarar quienes son dominicanos aún cuando ello conlleve transgredir los derechos humanos que hemos dicho debemos respetar. Somos soberanos para proclamar la desnacionalización de dominicanos por haber nacido de padres considerados en tránsito hasta con 84 años en el país. ¡Qué transitoriedad más eterna!

La Corte  Interamericana de los Derechos Humanos debe suspender la ejecución de tan cuestionada decisión del TC, pues conoce actualmente del caso Benito Tiré, y hacer extensiva la decisión de fondo al caso Juliana Dequis Pierre y otros, que sin ser parte del proceso, han sido perjudicados por la irracional y desproporcionada sentencia del Tribunal garante de los derechos fundamentales. Retintines para la historia.